Entrevista a la magistrada y vocal del Consejo General del Poder Judicial, Presidenta del Observatorio de Violencia Doméstica y Género, Excma. Dña. Inmaculada Montalbán.
Una jurista humana en defensa de la mujeres violentadas. Asesora de Países Latinoamericanos en proyectos sobre Igualdad y Violencia de Género, referente en Europa por su tesón y rigurosidad. Gracias magistrada.
Onda CIT Radio, programa "...porque el Río Suena..." Dirigido por Eva Padilla, 23 de noviembre de 2012
Testigos y víctimas invisibles
El nuevo Código Penal suprimirá el agravante de maltrato a la pareja en presencia de menores
EL PAIS, 25 de noviembre de 2012
Seremos más indiferentes al sufrimiento de los niños y niñas. El
anteproyecto de reforma del Código Penal suprime inexplicablemente el
agravante de maltrato a la pareja en presencia de los menores. Y lo hace
en un momento en el que no hay un solo estudio que no incida en el
atroz castigo que inflige a los hijos quien maltrata, insulta, veja o
asesina a su pareja sin importarle el efecto que semejante brutalidad
causa en los niños, las víctimas más indefensas en esta realidad de
violencia. ¿Somos indiferentes?
El 25-N es una llamada de la ONU para sensibilizar contra la
violencia sobre las mujeres. España es un ejemplo para otros países en
el diagnóstico y respuesta institucional contra esta violencia que
tantas justificaciones sociales y culturales todavía encuentra. Llevamos
más de una década impulsando medidas para atajarla y podemos afirmar,
hoy por hoy, que se ha acabado con la impunidad. Pero nos enfrentamos
con una hidra con múltiples caras y tentáculos que se obstina en
penetrar en la estructura social y convertir en invisibles las profundas
heridas que provoca.
Como invisible ha sido el dolor de los hijos e hijas.
Tradicionalmente las leyes los han contemplado como testigos de los
hechos violentos. Hoy, los estudios nos dicen que son tan víctimas como
sus madres. La exposición de los menores a la violencia de género ha
sido calificada por el Defensor del Pueblo andaluz como una tipología de
maltrato infantil. El menor sufre la misma violencia que la madre: oye o
presencia los golpes, insultos o menosprecios, siente el miedo y la
asfixia cuando la tensión está a punto de estallar.
Nuestro Código Penal fija mayor pena para el caso de maltrato
habitual a la esposa o pareja en presencia de menores. Esta agravante
puede desaparecer de seguir adelante la anunciada reforma del Código
Penal. Supone ignorar una de las características específicas de la
violencia de género, que suelen existir más víctimas añadidas. Con la
desaparición de la agravante será indiferente el plus de sufrimiento y
los negativos efectos de esta violencia en la salud y desarrollo de los
menores.
Las 343 sentencias analizadas por el grupo de expertos del OVDyG dan
cuenta de al menos 235 mujeres víctimas mortales con hijos o hijas; 35
sentencias relatan que fueron testigos del asesinato de la madre. Según
la última macroencuesta del anterior Ministerio de Igualdad, casi
840.000 menores estuvieron expuestos a la violencia de género en 2010.
Estos datos confirman dos asertos conocidos. En primer lugar, que la
violencia de género sigue siendo un problema público porque afecta a las
estructuras básicas de la sociedad y puede tener profundas
repercusiones sociales si se transmite como modelo de comportamiento y
de resolución de conflictos. En segundo lugar, y ya se ha dicho, que
presenta unas notas que la hacen diferente de otros delitos. Una de
ellas es que no hay una sola víctima. Son las mujeres y también sus
hijos e hijas.
Los menores son testigos directos o indirectos, a veces instrumentos
utilizados para provocar daño en la madre, pero también son víctimas. No
son meros apéndices de la madre. Son personas con identidad propia,
cuyo sufrimiento traspasa los conocidos como “secretos de familia” y
puede enquistarse en secuelas tales como agresividad, miedo,
aislamiento, desconfianza. Son personas que necesitan apoyo psicosocial y
atención especializada para tratar de superar sus experiencias
traumáticas.
La fórmula no es recortar el reproche legal a quien habitualmente
tortura y atenta contra la dignidad de la esposa en presencia de
menores. El camino es seguir implantando la Ley Integral y hacer
visibles a los niños y niñas como personas doloridas en su condición de
víctimas de la violencia de género.
Inmaculada Montalbán es presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género (OVDyG).